Después de esta experiencia de aprendizaje utilizando las redes sociales, en particular el Twitter, ya no me queda sino compartiros lo que, por el momento, me hace decir que ¡es una estupenda herramienta!
¿Qué utilidad educativa
he encontrado a Twitter?
Creo que gracias a la facilidad de manejo y la rapidez de Twitter, podemos compartir informaciones y recursos, tenernos al corriente de las últimas actualizaciones, avisarnos de cualquier recurso descubierto, aconsejarnos sobre lo que es mejor utilizar o desechar... La comunicación está tan facilitada que estimula la motivación, y por lo tanto, el aprendizaje en sí mismo.
¿Qué me ha aportado
Twitter como experiencia educativa?
Me ha aportado el descubrir que no estoy sola (in)formándome, que también hay muchísimas personas que se (in)forman y que tienen ganas de repercutir tweets para avisar, aconsejar, promocionar, reunir opiniones, agrandar la gran familia de la redes sociales. Nos educamos unos a otros, todos tenemos algo que decirnos, riquezas que compartir. ¡Y de esta experiencia salimos enriquecidos!
¿Qué he aprendido en
Twitter sobre las TIC y/o sobre educación?
He aprendido que ya no podemos prescindir de las TIC ¡porque precisamente nuestro progreso y nuestro futuro pasan por ellas! Pero al mismo tiempo, el rol de la educación sigue consistiendo en tomar conciencia de que, por muy "poderosas" que sean, las TIC no son más que herramientas, de que somos nosotros los que tenemos que racionalizar su utilización para realmente optimizar el aprendizaje dentro y fuera de un programa curricular. Con lo cual, aunque la manera de pensar hoy la educación pueda quedar completamente cambiada por las TIC, el equilibrio humano estará siempre en juego y seguirá siendo un reto.
¿ Qué creo que pueden
aportar las redes a la formación permanente?
Las redes sociales, si se utilizan "bien", es decir, en vistas a la realización de un objetivo formativo, aportan a éste una dimensión solidaria muy beneficiosa sobre todo por estas razones:
La primera es porque hoy en día el saber ya no tiene que ser considerado como instrumento de poder, desigualdad o competencia -es decir, al servicio del individualismo, sino como algo especialmente humano, y por lo tanto, "familiar" en sentido amplio, puesto que caminamos todos hacia una vida mejor en el sentido más pleno de la palabra.
La segunda, porque -y eso lo aprendemos por experiencia- cuando compartimos nos intimida, nos cuesta, pero es cuando nos sentimos más útiles, más felices y satisfechos. Y desde el punto de vista educativo se trata de una gran realidad: uno no asimila mejor lo que aprende hasta que lo tiene que explicar a los demás.
Herramientas en medio de nuestras vidas ajetreadas, las redes sociales nos dan en cierto modo el "marco virtual" ideal para (in)formarnos liberándonos de los "obstáculos" de los horarios y de los lugares.
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